Descarrilo en la Estación de Linarejos-Pedroso
 

Relato de Marco Antonio Campos Gutiérrez

     De todos es conocido el lamentable suceso acaecido en mayo de 2004 cuando colisionó en la zamorana estación de Linarejos-Pedroso el Talgo Coruña/Vigo-Madrid con su inverso, que se encontraba estacionado a la espera de efectuar el correspondiente cruce de ambas circulaciones.  Pues bien, aunque no con la misma trascendencia y afortunadamente consecuencias, este no ha sido el único incidente ocurrido en esta estación en las últimas décadas. Posiblemente fue durante la última época dorada de esta querida línea, en la que si bien en horario diurno no registraba excesivas circulaciones, el tráfico nocturno era importante con la diaria circulación de los cuatro expresos (seis en temporada alta), además del “Teco”, “el Pescadero” y “Los Gándaras”.  Era la época de las Alco 1800 y 2100 y de las potentes 333, cuyos bramidos eran la “música habitual” en las laderas de la Sierra de la Culebra todas las noches. 

   Finalizaba la segunda mitad de la década de los años 80, cuando en la estación de Linarejos-Pedroso estaba programado todas las noches dos cruces protagonizados por los expresos ascendentes y descendentes que diariamente unían Galicia con Madrid.  Concretamente el primer cruce era el del expreso Rías Altas nº 850 Madrid Ppe.-Pío - Coruña, con parada técnica en esta estación, con el expreso Rías Altas nº 853 Coruña – Madrid Ppe.-Pío.  Posteriormente era el expreso Rías Bajas nº 854 Madrid Ppe.-Pío-Vigo/Pontevedra, con parada técnica en esta estación, el que cruzaba con el expreso nº 857 Vigo/Pontevedra - Madrid Ppe.-Pío.  La apertura en horario nocturno de esta modesta estación en el tramo Zamora-Puebla de Sanabria era fundamental para garantizar la regularidad de estos trenes, en una época en la que los trenes circulaban al amparo del Bloque Eléctrico Manual (BEM) de petición y concesión de vía, lejos todavía de la llegada del Control de Tráfico Centralizado (CTC).

   La noche del 25 de Septiembre de 1989, el Expreso nº 850 pasó con normalidad por la estación de San Pedro de las Herrerías con 13 unidades en su composición y 666 Toneladas, con coches de la serie 10.000 de 1ª y 2ª clase, literas serie 9600, un restaurante de la serie 9000, un par de coches camas YFT, un coche camas T2, furgón de equipajes, coche correos, furgón generador serie 9450 y en cola la plataforma DDMA serie 9500 con tres o cuatro automóviles. Todo ello remolcado por la Locomotora 333-087 cuyo rugido no se hizo esperar en las inmediaciones de la estación, tan solo unos 10 o 12 minutos después de pasar por la estación de San Pedro de las Herrerías.  El Jefe de Estación de Linarejos Pedroso dispuso itinerario de entrada a vía II, cuando ya había sido avisado de la salida de la estación de Puebla de Sanabria del expreso nº 853. 

   Pronto el expreso nº 850 y con los motores prácticamente al ralentí de la 333 y aprovechando la inercia comenzó a serpentear por los cambios de entrada de la estación, un tímido pitido del maquinista a modo de saludo fue la respuesta al movimiento del farol por parte del Jefe de Estación, indicando el correcto estacionamiento del tren, al que todavía le faltaban algunos coches para completar su entrada en la estación.  De repente un fuerte e inesperado golpe alertó al Jefe de Estación de Linarejos-Pedroso, quien se dirigía hacia el extremo del andén para comprobar la cola del tren, de que algo había pasado.  Pese a la escasa luz existente en la estación en la zona de agujas, la tenue luz de su farol enseguida le permitió observar de inmediato que un coche había descarrilado parcialmente en la zona de agujas.  Inmediatamente ordenó con su farol, luz roja, parada inmediata al tren que se produjo de forma prácticamente instantánea, dada la poca velocidad del tren y la permanente observación por parte del maquinista a las indicaciones del Jefe de Estación.  Tras comprobar la situación del tren tras su parada, se observó que el bogie de cola del coche restaurante R9-9904 (el quinto en la composición, por cabeza) había descarrilado al paso por la segunda aguja de su itinerario, lo que provocó el “acaballamiento” sobre sus topes del coche contiguo, el BBL-11715. 

   Afortunadamente, aunque el tren no llegó eléctricamente a estacionarse correctamente dentro de las distancias de los circuitos de vía de la vía de estacionamiento, físicamente sí que liberó el piquete de entrevías con la vía I, lo que permitió el paso de trenes 853, 854 y 857, no sin antes establecer entre las estaciones de Linarejos-Pedroso y San Pedro de las Herrerías el Bloqueo Telefónico (BT), ante la imposibilidad de efectuar la apertura de la señal de salida de Linarejos-Pedroso, lado San Pedro de las Herrerías, al haber quedado ocupado el circuito de vía de las agujas de ese lado.  Tras el paso de la batería de expresos, se dispuso el envío desde la estación de Puebla de Sanabria de la locomotora 318-019, la titular del tren de mercancías nº 57.201 Las Gándaras – Pinto, que quedó apartado en esta estación.  Tras la llegada de la locomotora a la estación de Linarejos-Pedroso se dispuso a maniobrar con ella por lado San Pedro de las Herrerías para estacionar en vía I la sección de cola del expreso sin descarrilar.  Por su parte la locomotora 333-087 del expreso hizo lo propio por lado Puebla de Sanabria, estacionando en la misma vía la sección de cabeza hábil del expreso, quedando nuevamente formado el tren en vía I, a excepción de los dos coches afectados que quedaron inútiles en vía II, a la altura del edificio de viajeros.  Posteriormente y tras las correspondientes comprobaciones de acople y freno, el tren fue expedido con un retraso de 123 minutos hacia su destino.  A continuación fue expedida la locomotora 318-019 nuevamente a Puebla de Sanabria para hacerse cargo nuevamente de su tren, que circuló posteriormente con normalidad. 

   A la mañana siguiente se presentó en la estación como SL200 el Tren Taller de la base de Salamanca, quién desde la vía IV encarriló y normalizó la situación de los coches afectados a las 09:15, siendo remolcados por el Tren Taller como tren LW201 asimilado al A2818 hasta Zamora, estando la composición formada por 7 vehículos y 317 Toneladas, remolcado por la Locomotora 333-070.

   Las consecuencias del descarrilo descrito no implicaron afortunadamente daños personales, aunque sí produjeron daños materiales en las instalaciones y alteraciones en los tiempos de viaje.

   Según se dedujo por las investigaciones, el descarrilo se debió al desgaste de la pestaña de la llanta de una rueda del coche restaurante, unido al mal estado del corazón del desvío afectado.

 

 

Marco-Antonio Campos Gutiérrez

Jefe de Estación en aquella noche en la estación de Linarejos-Pedroso            Enero de 2011

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