Línea Palazuelo - Astorga. Tramo norte
Puentes metálicos
en el Valle del Esla
Puente metálico sobre el Río Esla
En el trayecto de la Línea de Zamora hacia Benavente, en el Punto Kilométrico 281,776 se encuentra el puente metálico que cruza el Río Esla. Ubicado entre las Estaciones de Barcial del Barco y Benavente, es el puente número 25 de la Línea Plasencia - Astorga, siendo el séptimo en la provincia de Zamora.
Se trata de un puente de sistema Linville con tablero inferior, debido a que la cota de nivel de vía tiene poca altura con respecto al nivel del Río Esla, y está formado por cinco tramos:
1º Tramo de 46,40 metros
2º Tramo de 53,05 metros
3º Tramo de 53,10 metros
4º Tramo de 35,15 metros
5º Tramo de 46,55 metros
Está asentado sobre pilares de sillería, disponiendo de seis puntos de apoyo
fijos y seis puntos móviles provistos de rodillos, para facilitar los
desplazamientos longitudinales producidos por las dilataciones.
Fue construido en el año 1932 por la
Sociedad Española de Construcción Naval en los Talleres de Sestao (Bilbao), al
igual que el puente del Río Duero y el del río Tormes en esta misma Línea. Los puentes
metálicos originales de la Línea fueron fabricados en hierro, un verdadero
problema a la hora de circular trenes con elevado peso por eje, además del
costoso mantenimiento que requerían. Se decidió por tanto la sustitución de
todos los tramos metálicos en la década de los años 30, por nuevos tramos
fabricados en acero. Todos los puentes, construidos con diferentes sistemas
estructurales dependiendo de la luz y altura de los tramos, tienen una calidad
excepcional.
El puente del Esla una vez construido, fue ensamblado previamente en las gradas
de los Astilleros de la Sociedad Española de Construcción Naval de Sestao, para comprobar el perfecto acoplamiento de todos sus elementos
estructurales. Posteriormente se transportó completamente desmontado y fue
ensamblado de nuevo junto al antiguo puente. Para realizar la sustitución de los
tramos originales se empleó un sistema similar al empleado en el de Zamora.
Todavía se pueden apreciar en las orillas del Esla algunos macizos de hormigón
armado que sirvieron de pilares de sustentación para la sustitución del puente.
Unos metros antes de llegar al puente,
había unas instalaciones preparadas para el repostaje de agua para las
Locomotoras de vapor. Se conservan un depósito de agua a pocos metros del
puente; tres pozos, estando uno de ellos bajo el depósito; un pequeño edificio
que alojaba la instalación de bombeo donde hasta el año 2009 encontrábamos en su interior una
caldera de vapor (diseñada para una Locomotora de vapor de Vía estrecha) y a mas
de 100
metros, una aguada para el abastecimiento de las Locomotoras de vapor. Una completa instalación de tuberías y llaves de paso daban la
posibilidad de rellenar el depósito desde los pozos ó incluso desde el Río Esla.
La lejanía del punto de abastecimiento de
agua al depósito, fue concebida de esta forma, para evitar el estacionamiento de
los trenes sobre el puente, para no sobrecargarlo innecesariamente. Resulta un poco extraño encontrar una instalación de esta tipo en plena
vía, pero gracias a ello se aprovechaba la abundancia de manantiales próximos al Río Esla para asegurar el
suministro de agua, ya que en las Estaciones colaterales había épocas en las
cuales los pozos artesanos de donde se obtenía el agua, se secaban.
En las fotografías se puede apreciar
el progresivo estado de abandono de la Línea y de las instalaciones, habiendo
entre ellas un periodo de unos diez años.