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Conferencia/debate: AVE, ¿necesidad o despilfarro?

    07 de Octubre. Con el título "AVE, ¿necesidad o despilfarro?" se celebró una conferencia a cargo del profesor Germá Bel i Queralt. Se pusieron sobre la mesa varias cifras de lo que supone la construcción, el mantenimiento y finalmente el uso que se hace de las infraestructuras de alta velocidad.

   Con estos datos, podemos empezar a plantear un serio debate sobre la conveniencia de seguir con la política que se está manteniendo de implantación masiva del ferrocarril de alta velocidad en España, en detrimento de la modernización de la Red Convencional.
   Actualmente, una Línea Convencional debidamente modernizada, es válida tanto para trenes de viajeros como de mercancías, y es capaz de sostener velocidades de 200-220 kilómetros/hora. Con las distancias entre capitales de provincia que tenemos en nuestro país, la solución en la mayoría de los casos no pasa por el AVE, sino precisamente por la mejora y ampliación de la Red Convencional, poniendo nuevamente en marcha las Líneas transversales. Por tanto, ya no es que tengamos que plantearnos que el ferrocarril de alta velocidad sea necesario en España; más aún, no deja de ser un grave perjuicio económico y social, por diversas cuestiones como es el "efecto túnel" o el "efecto succión".

   La faraónicas inversiones que se están haciendo en alta velocidad constituyen por tanto un craso error dado que no aportan soluciones funcionales y suponen un enorme perjuicio económico para las arcas del estado. En estos tiempos de crisis económica, en los que se sufren diversas carencias como en Sanidad o Educación, la construcción y mantenimiento de estas líneas de AVE supone un auténtico despilfarro.
 

 

   No es que el sistema AVE sea malo, y que tenga que ser descartado. El problema es que no se ha sabido apostar adecuadamente por una política eficaz en materia de transportes. Las conexiones a más larga distancia como Madrid - Barcelona con ferrocarril de alta velocidad son perfectamente asumibles y serán rentables económica y socialmente. Pero la implantación indiscriminada de este sistema en detrimento de la Red Convencional, la falta de consideración sobre la mejora y modernización de éstas Líneas, así como la pasividad que se sigue manteniendo con las transversales cerradas hace más de 25 años, solo contribuye al aislamiento de muchas ciudades y pueblos; es preciso también considerar muy seriamente el transporte de mercancías por Ferrocarril para tratar de eliminar en buena medida esa dependencia que tenemos del petróleo.